Querido Lunes...

Querido Lunes,

Ya sabes que mi amor hacia a ti es totalmente incondicional, estés deprimido o contento, hambriento o desganado o, tal vez, excesivamente eufórico, ya que contigo empiezo cada uno de los “ahora sí” que han cambiado mi vida y los “vamos a por otra semana” que tanto echaba de menos.

Es cierto que no hablo mucho contigo, aunque te tenga constantemente en mis pensamientos, por ello mismo sabrás que esta vez la razón no es totalmente transparente sino que va acompañada de un motivo mayor. Y es que ha llegado a mis oídos que, en esta semana, Jueves me va a traer un año más. Supongo que será una costumbre ya que, al igual que el año pasado, Martes me regaló exactamente lo mismo. Yo nunca he valorado este tipo de regalos ya que daba por hecho que cada año lo recibiría, y aún no estando eso del todo claro, en ningún momento reparé en ello.

Mi error, y supongo que más gente te dirá lo mismo, o al menos mi optimismo me lleva a esperarlo, ha sido suponer que todo va a seguir igual, sin cambios, ya que me he creído merecedora de todo, repito, TODO lo que he tenido, (puedes ver con más claridad todo esto en las relaciones de pareja: cuando “ lo/a tenemos/as” nos acomodamos y dejamos de lado esos esfuerzos que hacíamos para sorprender a la otra persona). Pero tras un punto de inflexión, después de parar un momento para que mi mente divague, he caído en la cuenta de que acostumbrarse a lo bueno significa no valorarlo, y que lo que no se valora al final acaba desapareciendo, o al menos así creo que debería ser. Un Miércoles que comete múltiples errores es un Miércoles con la lección aprendida, (una regla en la que se exceptúa a Homer Simpson).

Lunes, mi intención es dejarte bien claro que te agradezco todos los momentos que he pasado y espero continuar pasando contigo. Aunque hayas creído en algunos momentos que no seguir las reglas estipuladas por la sociedad o por tu familia era errar, y que tu disciplina me haya matado en algunos momentos, no podré olvidar que no me abandonaras en aquella época en la que solamente quería fugarme con Domingo. Ya ves, nuestra relación no ha sido fácil, pero aquí seguimos, y ahora un nuevo año me ofrece Jueves, el cuál voy a agradecerle y, sobre todo, a disfrutarlo.

Un saludo más que cordial.

FEMINISMO|¿Es la solución?

¡Otro lunes más! Antes de comenzar tengo la necesidad de contar porqué no subí nada la semana anterior. Y los motivos fueron:

•     El domingo me mudé a mi nuevo piso de alquiler.
•     En mi nuevo piso no había línea de ADSL.
•    Antes no podría haberlo subido porque estaba empaquetando toda mi habitación para traérmela aquí.

Ahora que he satisfecho mi necesidad voy a hablaros sobre un tema que, en principio, no tiene mucho que ver con el amor o con las relaciones, éste es el feminismo. Dejo de enrollarme, let’s go!

No voy a empezar sin antes definir este concepto, y como no, voy a recurrir a mi querida RAE para que no haya malentendidos.

El feminismo es la ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres. (Me parece sospechoso que lo opuesto a machismo, hembrismo, no esté recogido por la Real Academia Española)

Este término siempre causa confusión al ser “mujer” e “–ismo”. Sin embargo es lógico que no sea un nombre que transmita igualdad entre hombres y mujeres ya que los/as feministas no es lo que buscan, aunque ese sea el objetivo final, sino que lo que pretenden es que las mujeres alcancen los mismos derechos que actualmente tienen los hombres.

Y, a partir de ahora, todo lo que escriba está basado en mi opinión, sin intentar, en ningún momento, imponer mi verdad como absoluta.

Lo más tonto que he podido escuchar/leer es “hay que cambiar la lengua española por ser machista”, porque al igual que cuando decimos “chicos” nos podemos referir tanto a hombres como a mujeres, cuando decimos “personas” (f. pl.) incluye tanto el género masculino como el femenino. Realmente no creo que el problema se erradique con esto ya que, por ejemplo, el inglés no es un idioma con los “problemas” del castellano y aún así el machismo sigue siendo internacional.

Por el contrario, que el resto de tonterías que he podido escuchar han sido de este tipo:

• "Le gustas a tu profesor porque mantenéis el contacto fuera de las horas de clase." El profesor mantiene contacto con otros chicos pero no quiere nada con ellos, solo contigo por tener un aparato reproductivo femenino.
• "Las mujeres que están a partir de las tres de la madrugada de fiesta son unas guarras." Los hombres pueden decidir a qué hora vuelven a su casa sin ser criticados.
• "Si llevas un escote y/o una minifalda vas provocando." No lo haces porque te guste, te sienta bien y te dé la gana.
• Te ha pegado tu pareja… "¿qué has hecho para que te pegue?" Porque siempre se puede justificar.
• "Es normal que te miren como babosos si vas enseñando carne, porque los hombres son pasionales y no se pueden controlar." Para estar más segura, ¡tápate tú!
• "Las señoritas no hacen esas cosas (de hombres)."
• "¿Piensas quedarte embarazada? Porque si es así no me interesa contratarte."
• "Si quieres integrarte con tus compañeros de trabajo mejor vístete de color oscuro e intenta aparentar ser un hombre (la típica imagen), sino no te tomarán en serio."

Bueno, muchas de estas frases os sonarán, y ya sabréis que la lista no acaba aquí pero para qué seguir, ya sabemos que vivimos en un mundo machista. Hay que intentar cambiarlo pero el feminismo no me convence. ¿Cómo van a aceptar que podamos tener los mismos derechos que los hombres sin también tener los mismos deberes? Este es nuestro problema, querer igualdad para lo que nos conviene, y yo también me meto en el ajo.

A mí me interesa un padre machista para que el trabajo que hay que hacer en el campo sea obligación de mi hermano y no mía, pero exijo que a la hora de hacer las tareas del hogar haya igualdad. Es totalmente injusto para ambos, aunque no lo creamos, porque él tiene el doble de deberes y a mí se me considera débil e incapaz de realizar las tareas “““de hombre”””.

Con toda esta entrada quiero deciros que sí, que hay machismo, pero que querer adquirir solamente los derechos no nos va a llevar a la igualdad de género.

Por cierto, la semana anterior no os avisé de que no habría un nuevo post porque... se me olvidó, aunque prometo que en futuras ocasiones lo haré por mis redes sociales. Así que seguidme por Twitter y echadle un vistazo a mi Instagram. Suscribirse al blog que no cuesta nada y así recibiréis notificaciones que os alegrarán el día. Comentad si compartís mi opinión o si queréis contar la vuestra.

¡Ánimo gentucilla!

RELACIÓN TÓXICA | ¿Formas parte de una relación tóxica?

¡Lunes! Tras un fin de semana agotador un buen post acerca de las relaciones tóxicas es todo lo que necesitamos. Sé que muchos de vosotros ya habéis empezado las clases o el trabajo, así que espero que os haya ido bien en vuestro primer día. Sin más dilaciones, let’s go!

Tóxico es algo que envenena, por lo tanto una relación tóxica es aquella que no te deja avanzar como persona ni ser feliz. Está compuesta por dos personas que se anulan mutuamente y, sin embargo, siguen con la relación por:

• Tener baja autoestima.
• La falsa creencia de que la otra persona vaya a cambiar.
• Los numerosos chantajes que lo/a hacen incapaz de salir de esa relación.
• El miedo a estar solo/a. (Este punto va relacionado con el siguiente)
• El pavor que causa el sentirse perdido/a por la falta de esa autoridad que te guía y te dice qué persona ser.
• El temor a la posible respuesta de la otra persona.

En muchas ocasiones te puedes ver envuelto en una relación de dicha índole y no saberlo, por lo tanto hoy os voy a proporcionar sabiduría para que podáis identificaros como parte de estas relaciones o simplemente saber escoger en un futuro la que más os convenga:

• Realmente sería preocupante que sientas alivio cuando estás lejos de tu pareja ya que una buena relación se basa, entre otras muchas cosas, en el querer estar con esa persona y compartir momentos juntos.

• Sentirte agotada/o psicológicamente cuando estás con él/ella no es buena señal porque esto significa que estás continuamente luchando, intentando que no te anule y no caer en un aura de tristeza.

• Las discusiones continuas cuya base sea ser el que manda en la relación, el/la más posesivo/a y el/la más autoritario/a es signo de que hay que separarse de esa persona y aprender a saber lo que es querer a una pareja, porque sin duda, en las únicas relaciones en las que alguien puede mandar son en las de jefe-empleado, (sin perder la dignidad), y en las de padres-hijos, (y sólo cuando éstos son menores).

• En una relación sana se aceptan tal y como son y se respetan mutuamente. Si no te gusta la personalidad de tu pareja no hay razones por las que sigas manteniendo una relación con ella. Que intenten cambiar tu forma de ser es un signo de toxicidad.

• Un grave error es justificar y tolerar todas las humillaciones y faltas de respeto, y cualquier otro tipo de abuso emocional, que tengan hacia ti. Hay que ser conscientes de lo que está pasando, no permitir esos desprecios ya que nadie es merecedor de ello, y salir de esa relación cuanto antes.

• Un hecho que ocurre bastante en estas parejas es la distorsión y la falta de confianza. Una persona obsesionada no es lo mismo que una enamorada, la obsesión lleva a la posesión, a la pérdida de uno mismo por estar con la otra persona.

• Que una persona te haga sentir mal contigo mismo/a lo/a hace merecedor/a de tu indiferencia. Sabrás porqué te hace sentir así si recae sobre ti la culpa de absolutamente todo, entre otras cosas.

Bueno, ya sabréis cuál es la solución si convivís con alguno o varios de los puntos anteriores, sin embargo no siempre puede ser tan fácil, (esto dependerá del tiempo que hayáis estado formando parte de una relación tóxica). Ante todo es informar de vuestra situación a amigos (pero un amigo de verdad), a parientes cercanos y de confianza o a profesionales de salud, y con ese apoyo moral os será más sencillo salir de ello.

Si no sois la “víctima” tenéis que aprender a querer de forma sana o, en el caso de que no seáis capaces, no formar parte de una relación de pareja nunca más.

Os prometo que el siguiente post será menos triste y serio, de momento podéis seguirme por mis redes sociales, Instagram y Twitter, y suscribirse al blog para no perderos ninguna nueva entrada. ¡Todo es gratis! ¿A qué estáis esperando?

Venga lunes, no te hagas muy pesado.

Amor no correspondido

¡Lunes! Para afrontar un lunes de septiembre necesitáis una buena lista de reproducción, un desayuno bien rico y nutritivo, (aprovechad para comer el chocolate que más os guste), y, ante todo, una actitud positiva. Si lees esto un martes hazlo igualmente, no hay reglas para que cada día sea delicioso. El comienzo de semana es genial ya que los sábados no serían lo mismo sin los lunes. Como ya sabréis que este post va a tratar sobre el amor no correspondido voy al grano, let’s go!

Estaréis de acuerdo conmigo que dicho tipo de amor es una mierda para el que lo sufre, (hoy no he necesitado RAE para definirlo), porque pocos somos capaces de pasar página y en muchos casos acaba transformándose en una obsesión.

Está el amor no correspondido porque no te atreves a expresar tus sentimientos con esa persona y el amor que sabes de primera mano que no es recíproco:

En el primer caso suele ser una criaturilla, menor de 20 años, la que siente algo por otro ser pequeño, y como esta rana también ha sido un renacuajo sé que es muy difícil expresarte libremente por miedo a las burlas ya que, por desgracia, nos importa demasiado lo que vayan a pensar de nosotros y de la imagen que mostramos a los demás. Para estos seres mi consejo es que analicéis lo que sentís por esa persona, y si vuestra conclusión es que es un capricho o una obsesión utilizad vuestra herramienta más preciada, el pasotismo juvenil. Pasad de esa persona, de las críticas destructivas, aun viniendo de vuestra propia familia. Pero si estamos en un caso de enamoramiento real tenéis que hablarlo con él/ella para pasar página lo antes posible o disfrutar de vuestro amor mutuo y correspondido. Es un acto de valentía difícil de llevar a cabo, pero es obligatorio hacerlo (da igual si eres chica o chico, todos tenemos el mismo derecho de poder ser los que dan el primer paso).

En el otro caso entran todas aquellas personas que han sido valientes pero la respuesta ha sido un cubo de agua fría. Simplemente os lo tenéis que tomar con actitud, utilizar esa agua para regar las macetas. Hay que cerrar esa puerta definitivamente para poder abrir otra distinta, y a cerrar la puerta me refiero a distanciarse de él/ella, hacer más vida social y parar los comportamientos limitadores y pesimistas, tales sean escuchar canciones tristes como repetirse continuamente “él/ella era único/a”, “no puedo vivir sin él/ella”, (tienen que inventar una palabra que sea tanto él como ella, porque esto es un mierdón), y un etcétera deprimente. Hay que aprender a estar solos y a no necesitar a nadie en nuestra vida para sentirnos plenos.

Conozco varios casos de amor no recíproco y yo he estado en ambos lados así que os puedo aconsejar que:

• Cuanto menos pospongas la confesión de ese amor más fácil será poder superarlo, en el caso de que no sea correspondido.
• Todo lo que no sea un “yo también siento algo por ti” es un no.
• La esperanza es el peor aliado en estos casos, por lo que hay que anular todo positivismo respecto a la respuesta de la otra persona.
• Si sus palabras fueron “no siento lo mismo” pero actúa de manera opuesta a sus palabras sus intenciones no son buenas. Por una razón como ésta es por lo que os digo que tenéis que poner distancia.
• Hay que ser menos egoísta y, si no sientes lo mismo, debes alejarte de la persona que está enamorada de ti, aunque hubiese una amistad de por medio.
• Déjate de dar rodeos innecesarios y deja de hacer sufrir a esa persona. Un “no” hará menos daño aunque no lo creáis.
• No menosprecies el valor que ha tenido la persona al confesarte sus sentimientos hacia ti.
• Y mi consejo gratuito, que podéis extrapolarlo a cualquier situación, es que hay que ser positivo cada día, sin vivir en las nubes, no seamos extremistas.

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¡Vamos septiembre! Esperamos mucho de ti.

Relación de amistad

¡Lunes! El último de este mes de agosto, el último de las vacaciones de muchos de vosotros. Vamos a cambiar un poco la temática del blog ya que las relaciones amorosas no formarán parte de esta entrada, hoy serán otro tipo de relaciones las protagonistas, las de amistad. ¿Empezamos? Let’s go!

La amistad es el afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato, al menos eso dice la RAE (Real Academia Española). Esta palabra la usamos con demasiada soltura cuando en realidad, los más afortunados tendrán, a lo largo de su vida, tantas amistades como dedos en una mano. 

La mayoría de nosotros disfrutamos de los llamados colegas, los cuales suelen ser compañeros de clase o de trabajo con los que compartes algunas aficiones. Esta relación se basa en el interés, ya sea el salir de fiesta, tener apuntes, compartir quejas… por eso cuando estas necesidades se satisfacen por cualquier otra persona la unión se rompe, olvidándose el uno del otro. Esto es entendible, ya que ambos saben que es una relación meramente momentánea y que cuando lo que les une desaparezca, también lo hará la relación. 

Sin embargo, el problema llega cuando te consideras amigo de una persona y caes en la cuenta de que no es correspondido. Como en el caso de cualquier otro sentimiento hacia una persona que no sienta lo mismo, esto jode bastante. (Si queréis que os hable del amor no correspondido hacédmelo saber en los comentarios). A partir de entonces es mejor cortar el trato con esa persona, ya que hay individuos que se aprovechan de tu sentimiento de amistad hacia ellas. Y aunque esto suele ocurrir durante la adolescencia, también se da en adultos con baja autoestima y falta de afecto, (con respecto a este tema os aconsejo el libro Respira de Anne-Sophie Brasme). Aquellas personas que hacéis todo lo que os pida vuestro/a “amigo/a” os guste o no, que permitís que os trate mal, que os dejáis influir negativamente solo por tener su falsa amistad, solo tenéis que hacer una cosa, cortar toda relación con ese ser para siempre y empezar a valorarse un poquito más, no hay otra solución. 

Para poder tener cualquier tipo de relación primero hay que quererse a uno mismo y después saber querer a otra persona, en este caso, aprender a ser un buen amigo/a. 

Ser un buen amigo/a consiste en: 

• Ser merecedor de la confianza de tu amigo/a, cumpliendo siempre tus promesas y manteniendo a buen recaudo sus secretos.

• Ser sincero/a en todo momento aunque tengas que decir que “no” o cualquier cosa que te haya molestado de su comportamiento.

• Respetarlo/a siempre, en ninguna circunstancia debes de tratar mal a nadie ni tampoco dejar que lo hagan contigo. Esto es cosa de dos, ambos tienen que ser buenos/as amigos/as.

• Alegrarse por los logros de la otra persona sin poner trabas para que pueda conseguir sus objetivos. Fuera la envidia y el egoísmo.

• Nadie es perfecto, todos cometemos errores pero hay que saber reconocerlos y disculparse. Y por supuesto, aprender a perdonar.

• La amistad es una relación desinteresada por lo que no debes aprovecharte ni usar a la otra persona por puro interés.

• Hay que aprender a escuchar y saber ofrecer tu apoyo cuando lo necesiten.

• Estar en las buenas y las malas, pero dejándole su espacio ya que no queremos una relación posesiva.

• Mantenerse en contacto aunque ya no estéis en el mismo lugar.

• Dejar que la amistad evolucione al mismo tiempo que lo hacemos nosotros sin temer a los cambios.

 Estos son algunos pasos a seguir para tener una buena amistad, pero también para ser mejores personas, dejando menos haters en el mundo, y para tener relaciones amorosas sanas.

Os dejo con deberes para hacer… Suscribirse al blog para no perderos ninguna entrada, ¡es gratis! También tenéis que comentar para que pueda saber vuestra opinión, y por qué no, vuestras propias experiencias. Y, por último, seguidme por mis redes sociales, Instagram y Twitter, para redimir el ansia viva de querer leerme más veces a la semana.

¡Ánimo con la vuelta a la rutina!